de a ratos confundo la necesidad
con ella o ella junto a mí
y ese juego de saltamontes
que se gritan de un pasto a otro
que son libres

y yo desde mí lugar, tan quieto
pausado en un cerro negro
los oigo
los oigo, nada más.
A veces sí siento que estoy escribiendo
otras no
creo que corro por barcos oxidados de armónicas
o que cierro mis manos apretando odio
o que trago el humo de un cigarrillo

a veces mancho las hojas de tinta
otras tantas mi piel
Quisiera de tanto en tanto mancharte a vos
con mis palabras extravagantes
como hojas de árboles blancas y verdes y fucsias

a veces me entierro en mis poemas
aturdido en pasillos sin salida, oscuros
pisando charcos rojos

(Ahí entonces deseo contestarle a las nubes
que te tapan
y no me dejan verte)
Quisiera volver a sentir tu fragancia
pero el viento se la lleva y la pierde y la destruye.