Seguro que la extraño!

Miro su figura perfecta al caminar y pienso en voz alta si algún día podré ser como es ella, resulta extraño querer igualar a una persona que algún que otro mal me causó, y aunque mis mayores deseos sean destruirla, mi vida va junto a la suya, mis sueños toman su rostro, mis pasos persiguen su recorrido y mis pensamientos inocentes se refieren a su atractivo perfume de jazmines en plena primavera.
Esa mujer que tiene el don de conquistar y atraer permanentemente a los ojos de cualquier caballero, alguna noche fue mía, extrañas mañanas desayuno junto a mi, y muy pocas tardes caminó sujetada de mi mano.
Compartí varias situaciones que recuerdo, y comí con ella a luz de las velas, escuché el cantar de los gilgeros y baile rock en las discotecas.
Una semana de invierno me alcanzó para merendar juntos al lado de la salamandra un rico sunmarino y estar tapado por la misma frazada.
Sus fotos no solo me miran, si no, que muchas noches me inspiran, sus cartas son mi debilidad, derramo cantidad de lagrimas al leerlas y luego:
Me recuesto en mi cama, en instantes me duermo, pero aclaro, siempre antes de llegar a taparme.

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