Perdida mirada me dejaste
cuando besos busqué darte,
en senderos de España y tan solo te quejaste.
Corrí mariposas coloridas para entregarte
e impunes palabras logré quitarte
de esa boca extraña, llena de agallas.
Esperé el momento indicado y me solté a cantarte
que tus manos me liberan
que tus manos en mis sueños son estrellas.
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