Están los arándanos frescos
y por tu cuello recorre un sabor
a caramelo que a tu vida le da otro color.
Me cuesta tanto no imaginarte,
en mi cabeza se crean continuos sueños
y hasta he pensado en amarte.
Ojalá las hojas de las árboles
no flameen en esta noche,
y ojalá tu corazón no despierte
Quiero pintar nubes en tus manos
y auroras frescas en tus ojos apagados.
Quiero que seas mi princesa...
Mi única mujer, mi estrella.
Te enamoraré todas las mañanas
y haré de tu vida un cuento de hadas-
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