Uno siempre esta parado, mira y no sabe para donde ir.

Me encuentro parado en un momento circunstancial, donde no tengo un caramelo dulce que sacie mi hambre, donde no encuentro un juego divertido que quite mi aburrimiento, donde no tengo amigos que eliminen esta soledad.
Simplemente tengo a mi cabeza llena y desbordada de autocríticas por mis actuaciones referidas a mis temas amorosos, que cada vez tienen un poder mas fuerte en mi, esas autocríticas que hacen que actúe de manera insensata, que hacen que mi sueños se perturben por pensamientos constantes en mi, para ver de que manera puedo seguir.
Doy vueltas como un espiral sobre ella, esta parada en el centro y la rodeo, quiero llegar y poder junto a ella volar, ahí es cuando mi alma se siente feliz, cuando pienso como amar, pero en un instante veo consecuencias y mi mente se atormenta por fracasos a llegar, fracasos a quebrar.
Por eso doy vueltas constantes como un perro intentando alcanzar su cola, vueltas que buscan llegar a ella, pero llegar sin secuelas definitorias, llegar a ella tranquilo, llegar a ella de manera tal que me permita de una vez aprender a soñar, delirar y no tener que pensar que algo va a salir mal.