Las piernas de un niño que estarían cruzando a otra vida.

Ellas querían volar o ser un animal
pero no sabían que estaban condenadas a caminar,
Ser el sostén del cuerpo,
tener constante riesgo de quiebre y o fractura
llevo a ellas una gran desesperación.
No caminaban
no descansaban
vivían en total carrera competitiva
no tenían quietud
ardientes como brazas en un asado
movedizas como mojarras en un arroyo
inservibles como hojas de un árbol en otoño
y enojadas como una leona sin su esposo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario